La Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas 2021 pone de relieve una de las principales causas de la trata de personas: el modelo económico dominante, cuyos límites y contradicciones se ven agravados por la pandemia de COVID-19.
La trata de personas es parte integrante de “esta economía”: las personas que son víctimas de la trata como “mercancías” se insertan en los engranajes de una globalización regida por la especulación financiera y la competencia “por debajo del costo”. Por tanto, se necesita una visión “estructural y global” de la trata para desmantelar todos esos mecanismos perversos que alimentan la oferta y la demanda de “personas para ser explotadas”, porque es el corazón de toda la economía el que está enfermo.
Un aforismo atribuido a Oscar Wilde afirma que el cínico es el que conoce el precio de todo y el valor de nada, pues esta economía parece estar dominada por el cinismo: con referencia a bienes, servicios y personas, no solo el mercado hace el precio, sino aún más dramático, es el precio que determina el valor. La propia empresa es víctima de esta lógica, cada vez más valorada por el precio de sus acciones en los mercados financieros y no por el valor añadido que genera su capital humano.
La trata es, por tanto, la punta del iceberg, el espejo de aumento de un malestar debido a un neoliberalismo imperante basado en una (falsa) idea de libertad económica en la que toda instancia ética, social y política resulta ajena y de obstáculo.
Por el contrario, una economía sin trata es una economía que valora y se preocupa por el ser humano y la naturaleza, que incluye y no explota a los más vulnerables. En esta perspectiva, el Comité Internacional de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra
la trata de personas participa en “La economía de Francisco”: el gran movimiento de jóvenes economistas, emprendedores y agentes de cambio de todo el mundo convocados por el Papa Francisco para compartir ideas y proyectar iniciativas para la promoción de un desarrollo humano integral y sostenible, en el espíritu de Francisco.
Lee la oracion y el mensaje de H.na Neusa de Fatima Mariano, superiora general.