“El Covid no puede cerrarnos los ojos frente a una crisis económica y social sin antecedentes y a un tráfico de seres humanos que continúa lamentablemente a distinguir los países más pobres del mundo. Más de una mujer migrante sobre dos es víctima de abusos psicológicos y físicos, casi cuatro sobre diez fueron víctimas de tortura. Son estas las cifras para comprender como la ayuda a las mujeres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, en Italia como en el resto del mundo, tiene que ser una de las prioridades a seguir. También durante este periodo de pandemia”. A pronunciar estas palabras es la Hermana Neusa de Fatima Mariano, superiora general de las Hermanas Scalabrinianas, Congregación que desde el momento de su fundación se ocupa de la asistencia a los migrantes, en ocasión de la Jornada Internacional de la Mujer que se celebra hoy 8 de Marzo. Los datos se basan sobre un estudio de la Fundación Ismul/El árbol de la vida con valores relevados en el año 2019. “Estos números testimonian que en la agenda de las decisiones políticas no pude solo contar la gestión de la emergencia Corona Virus, aunque prioritaria e importante, agrega. Las mujeres tienen un rol fundamental en la familia, en el crecimiento de los hijos, en el deseo de emancipación y crecimiento que seña el momento histórico que estamos viviendo. Gracias a las propuestas del Santo Padre hemos creado casas de acogida a tiempo determinado, como por ejemplo la casa del Proyecto ´Chaire Gynai` abierta en Roma, donde damos la posibilidad a las personas en condiciones de fragilidad y semiautónomas, de poder integrarse y vivir una vida resplandeciente de nuevos colores. Si por un lado la red social pretende acoger, integrar, proteger y promover, por otro lado es oportuno que los Estados de todo el mundo decidan una línea clara en la lucha contra la trata, el tráfico y la violencia hacia la mujer. Protegerlas quiere decir proteger la vida, siempre, porque un mundo sin mujeres sería estéril, porque ellas saben mirar cada cosa con ojos de madre, ojos que ven más allá, y son capaces de crear solidaridad y fraternidad universal dentro al drama de la migración, en vista de cielos nuevos y tierra nueva!. Gracias a todas las mujeres que se dedican a defender la vida y la dignidad de sus pares, transformadas en vulnerables por el abuso y la injusticia.”