“Los frutos de la Misa están destinados a madurar en la vida cotidiana. La misa es como el grano, el grano de trigo, que entonces en la vida ordinaria crece, crece y madura en buenas obras, en actitudes que nos hacen parecernos a Jesús”.
Esto fue lo que dijo el Papa Francisco durante la última audiencia general. “La misa es como el grano, el grano de trigo, que luego en la vida ordinaria crece, crece y madura en buenas obras, en actitudes que nos hacen parecer a Jesús”, añadió.